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Cuando nace una Doula 
Sentir el llamado

SoydoulAlas de Mariposa nace como un ejercicio práctico de reconocerme a mí misma como Doula, a través de compartir con aquellas personas que generosamente se quieran sumar, mostrando paso a paso la transformación que con toda seguridad se dará, al tomar esta decisión de convertirme en aprendiz del oficio más bello y más urgente de rescatar en estos momentos de cambios. 

 

Puedo decir que este ejercicio me ha resultado tan maravilloso como intimidante. De una manera casi imperceptible, en cada palabra entregas el corazón y también el pellejo. Sin tener la certeza de quién estará al otro lado leyéndote, tal vez, juzgándote, mientras tú solamente "desnudaz tu alma" en la intimidad del papel en blanco. 

 

La inquietud de formarme como Doula rondaba mi cabeza desde hace mucho tiempo, solamente con las intuiciones de lo que significaba este oficio y sin imaginar las dimensiones humanas tan profundas en las que entra una Doula cuando apoya y contiene estos procesos de transformación desde la maternidad y la paternidad conscientes.

 

Por ese tiempo también había tomado consciencia del miedo que me daba pensar en ser madre, y sabía que tenía que trabajarlo y comenzar a descifrar de dónde venía y cuál era el mensaje. Recuerdo haber pensado que para ser madre, primero necesitaba saber quién era yo realmente y comprenderme desde la Mujer que soy. En ese momento se abren muchas posibilidades de explorarme, de sentirme y conectarme con eso que somos todos los días (hombres o mujeres), pero que hemos normalizado como simples roles funcionales.   

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Hoy a mis 36 años de edad, luego de muchos viajes al interior de mi Ser, y de haberme permitido este tiempo para tomar una decisión consciente, planeada y libre acerca de mi propia maternidad, no puedo más que agradecer las sincronicidades del universo por la posibilidad de vivir un proceso de pregestación como aprendiz de doula a través del Diplomado Doula en la Tradición, de la mano de Fundación Partera de Vidas, con Alejandra Montes y Amagoia Salazar, con toda la experiencia de ser parteras, doulas, madres y mujeres que acompañan a otras mujeres en su propio nacimiento.  

Siempre he tenido una conexión muy especial con la Mariposa y lo que representa. Considero maravilloso, el proceso tan poderoso de cada fase, el Ser oruga, el Ser crisálida y el Ser mariposa; cada estado es completo, perfecto y necesario, ninguno mejor que otro. Una vez más la naturaleza en su sabiduría nos muestra como espejo la perfección del Alma. Podría decirse que los Seres Humanos pasamos por estas tres fases de manera infinita, en cada situación y aprendizaje, una y otra vez, hasta que las alas de mariposa toman tanto vuelo y tanta fuerza que consiguen trascenderlas.

 

La maternidad es uno de esos estados completos y perfectos de poderosa transformación. Son dos corazones latiendo en sincronía, en una sola crisálida donde tiene lugar el milagro de la Vida. Comprender la dimensión espiritual y sanadora de la maternidad, para la madre que nace y el padre que aporta su semilla y contiene el proceso, es el primer paso para despertar la consciencia de que hay mejores formas de Ser y Habitar nuestra Madre Tierra.   

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Ser Doula en la Tradición (DET) implica conocer y respetar los ritmos y ciclos naturales de la vida, volver a las medicinas ancestrales reconociendo e integrando prácticas de la medicina tradicional, y por sobre todo acompañar desde el amor y la compasión, el nacimiento de la nueva familia, que ha tomado la decisión de concebir, gestar, parir y criar de una manera libre y consciente. 

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Ser doulAlas de Mariposa es acompañar cada etapa del proceso, desde la autonomía, la libertad, el amor y la compasión, ofreciendo las herramientas que orientan y guian el empoderamiento de las nuevas familias, contribuyendo y alimentando la fuerza de sus alas para que continúen su propio vuelo. 

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